"Alguien
dijo que detrás de cada gallego que atiende un mostrador o realiza menesteres
domésticos para ganarse el pan de cada día, hay un gerente de un
establecimiento industrial, un gran capataz o un magnífico comerciante cuando
no un poeta o un escritor, aguardando pacientemente la ocasión propicia para
aparecer tal cual es. Aprendieron en la insuperable escuela de nuestros
mayores que ningún trabajo deshonra;
aprendieron que el pan ganado con el propio esfuerzo sabe a gloria y da muchos
derechos. Aprendieron que se puede producir el sumo bien de la independencia
económica personal y, fieles a esa enseñanza, trabajan hasta que la conquistan.
"La Nueva Fortuna" en la calle Cangallo.
De entre
los miles de casos que podríamos citar de paisanos nuestros que llegaron a
estas tierras sin más capital que una voluntad de hierro y un inmenso anhelo de
trabajar y que luego, con aquellas preciosas virtudes supieron conquistar una
considerable posición económica, se nos ocurre un nombre: el del señor José F.
Fernández, establecido con un magnífico establecimiento comercial al por mayor
en la calle Cangallo 1653 al 59, hombre que en las actividades en las que se
dedica hace honor a su estirpe.
José Fernández, propietario.
Nació en
un bello rincón de Pontevedra en el año de 1870. A los 15 años de edad, en 1885
llegó a la Argentina dispuesto a conquistar una parcela en estas tierras
maravillosas y en 1891, esto es a los 21 años, inició el camino de su
independencia estableciéndose por su cuenta.
Levantó
un hogar modelo y cumplió el mandato de “Creceos y multiplicaos”, sembrando en
las nuevas tierras retoños de la vieja estirpe, modelados en la escuela del
trabajo y de las buenas costumbres que
él a la vez heredara de sus mayores. Gallego de una pieza como el día que
llegó, ama a su tierra y anhela volver a posar sus ojos en los lares nativos.
En los
círculos comerciales argentinos goza de sólidos y justos prestigios porque, a
fuer de buen gallego, su palabra es un
documento. Y este es un solo ejemplar de los muchos que podríamos citar para
establecer cómo el trabajo y el esfuerzo son las mejores armas de estos nuevos
conquistadores".
Marcelo Pablo Scévola (transcripción)
Fuente: revista Céltiga